Y hoy… ¿Quién soy?

Hoy soy una persona feliz de saber que mi esfuerzo no fue en vano, como tampoco mis luchas, mis tropiezos, mis angustias. Hoy veo que todo aquello que pase (bueno y no tan bueno) fue tan necesario y fructífero. Hoy la sonrisa habita mi rostro porque sabe que una etapa ha finalizado para comenzar una aún mas enriquecedora, pronto me recibiré y podré trabajar de lo que amo sabiendo que en mi interior late un corazón apasionado por ser docente.

Este recorrido fue la misma vida, con momento fabulosos y otros no tanto, con personas muy buenas y otras no tan predispuestas a ayudar. Hoy siento que fui un aprendiz, cargue mi mochilita de experiencias y esas serán mis herramientas para formar mi futuro.

Este camino no lo hice solo, mucha gente me acompañó, y me alentó. El apoyo entre compañeros fue muy valioso, se fortalecieron lazos y vínculos, se regalaron palabras de aliento y muchos abrazos. Fue un trayecto, a pesar de todo, de mucha felicidad. Hoy comienzo a recordar con anhelo mis primeras clases y los encuentros semanales de praxis, las visitas al box y la charla con las profesoras, y se me llenan los ojos de lágrimas. Hoy ya soy docente, y no puedo creer que haberlo logrado haya implicado tanto. Muchos sentimientos y vivencias de por medio, y sobre todo mucha gente, dispuesta a conocerme y establecer conmigo relaciones mágicas que me harían crecer en mi formación.

Mi nombre es Lautaro, y soy ante todo un soñador, que con defectos y virtudes quiere vivir la vida haciendo lo que ama: enseñar y sentir. Hoy mi corazón está contento porque se me abrieron nuevas puertas y nuevos recorridos desafiantes, pero como me gustan las experiencias intensas estoy dispuesto a afrontar.

                                      

HASTA SIEMPRE!!                                                         LAUTARO